sábado, junio 30, 2007

LA CULPA LA TIENE LA CRIADA FILIPINA

Mi sobrino me envía desde Antequera este intersante artículo de Juan Carlos Escuder, que cuelgo en mi blog por si algún político le da por leerlo y le sirve para reflexionar un poco sobre el resultado de un gobierno que hace la política mirando de reojo a la patronal, a los bancos, y entrando al trapo de la emisora episcopal, la que seguramente ha servido de ejemplo de buen hablar y de modales de calidad, para crear la nueva ley para la ciudadanía. Dando cada vez más la sensación de que quiere y no puede tomar decisiones, que puedan molestarlos y dé munición al PP , para atacarlos.
Seguramente piensan en salvar sus puestos, temen tomar decisiones que puedan molestar a la patronal y eso les hace quedar a medio camino para tomar medidas mas contundentes contra el capital, aumentando los impuestos de ciertas clases, que está llevando a crear una clase se superior rango, dejando cada vez más lejos a segmentos de la sociedad, que no solamente no ve aumentado sus ingresos, sino que encima tiene que compartir servicios con los inmigrantes.
Lo cual crea un caldo de cultivo, que a base de las mentiras lanzadas con una lenta pero sagaz y calculada estrategia, esté llegando a una xenofobia, que nos puede trasladar o mejor dicho ya lo está, a los rumores que sirvieron para que los reyes Isabel y Fernando, dieran a la inquisición los poderes que otorgaron, con el beneplácito del Borgia de Játiva.
Afortunadamente, la iglesia ya no tiene tanta fuerza, pero a juzgar por las declaraciones de algunos de sus obispos, llamando a votar a los falangistas por conciencia, ganas de volver a ella y voluntarios para ponerla en marcha no faltaría si el alemán se levanta un día de estos inspirado.
Esté es el artículo: Teníamos la casa como los chorros del oro, o eso pensábamos. Habíamos sacado brillo a la plata, teníamos extendida la mejor de nuestras vajillas y daba gloria ver las flores de nuestros jarrones. En esto,llega la OCDE, levanta un par de alfombras persas y descubre que el mayordomo hoy Solbes, ayer Rato, el hijo pródigo que vuelve a forrarse de una vez por todas, es de los que esconde la suciedad bajo los tapices y solo cambia el polvo por brillo en los candelabros. Traducido al castellano, que si vamos como un tiro es porque estamos creando un nuevo proletariado mal pagado, constituido en su mayoría por inmigrantes. Y que si paece que los salarios del conjunto han perdido poder adquisitivo entre 1995 y 2005 es porque estos muertos de hambre bajan de la media.
Los indiscretos chicos de la OCDE no han descubierto América, que para eso ya nos valemos nosotros mismos. De hecho, el aumento de la desigualdad, expresada gráficamente en una mayor brecha entre ricos y pobres, ya se había puesto de manifiesto en nuestros indicadores más domésticos, a los que no hacemos ni puñetero caso porque aquí muchos vamos calientes y nos da igual que el resto se ría o se emberrinche. Por solo citar un ejemplo, la última encuesta de Condiciones de Vida de finales del pasado año revelaba que el 19,8% de los hogares vivían en 2004 por debajo de umbral de la pobreza y que, de ellos, un 30% eran mayores de 65 años.
Según este mismo estudio, si en el 2003 los ingresos del 20% de la población más rica significaban 5,1 veces los ingresos del del 20% de los más pobres, en 2004 esa proporción era ya de 5,4. Ahora probablemente sea mayor. Y mientras los hogares con ingresos menores de 14.000 euros se mantenían en torno al 35 % del total, los que disponían de más de 35.000 euros al año representaban el 16,9 % en 2044 frente al 14,7% un año antes. Para completar la radiografía, se mostraba como la población de rentas bajas aumentaba a un ritmo del 5,4% y la de rentas medias al 3%. En resumen, más hogares con menos recursos y más distancia entre ricos y pobres. Más desigualdad.
Para lo que sí ha servido el descubrimiento de la OCDE es para tapar la boca a varias generaciones de ministros, empresario y gurús de la economía que llevan toda la vida satanizando que un asalariado pueda vivir un año mejor que el anterior y que llegaron a acuñar una expresión para describir la diabólica asociación entre las subidas salariales y la inflación. Lo llamaban -y lo llaman- la "espiral precio-salarios", y lo que significa es que si el IPC se dispara la culpa la tienen la nómina, que son insaciables.
Una vez certificado que los salarios han perdido poder adquisitivo en la última década, estos señores se quedan sin culpable porque el IPC ha galopado a su antojo. Y si los precios no han subido a consecuencia de los sueldos, ¿porque lo han hecho? Pues porque los beneficios empresariales han rozado la PORNOGRAFIA, sin que, como pudiera pensarse, exista relación directa entre los sectores que mas dinero han ganado y los que más han creado empleo, el gran pretexto exculpatorio. El paradigma de todo ello es la banca, cuyos beneficios han aumentado anualmente a ritmos de hasta el 20% al año y simultáneamente, han destruido decenas de miles de puestos de trabajo.
La gran asignatura pendiente de este Gobierno que se presume de izquierdas será la de tratar de reducir la brecha entra ricos y pobres porque, de lo contrario, el peligro no será el dichoso IPC sino la conformación de una nueva clase social, apaciguada en épocas de vacas gordas pero todo un polvorín cuando pinte en bastos. No se puede construir la prosperidad con raciones de miseria. Y eso no se consigue presumiendo de grandes superávits presupuestarios, sino utilizándolos
Ello requiere distribuir mejor la riqueza, algo que desde el estado del bienestar, o lo que es lo mismo, incrementando el gasto social, que en la actualidad no llega por cabeza a las dos terceras partes de la media de la antigua Europa a quince. ¿Por qué vamos a tener que parecernos a Estados Unidos si podemos mirarnos en el espejo escandinavo?
Hemos puesto el palacio de mármol de Carrara en los baños y lámparas de araña en los vestívulos. Nuestros espejos no envidian a los de Versalles. Somos, lo que se dice un milagro. Pero nos falta limpiar a fondo bajo los muebles y cambiar las cañerías, que son de plomo, y puden reventar si las sometes a fuertes presiones. La humedad sienta muy mal a los palacios, sobre todo si son de cartón piedra.
Así analiza este excelente trabajo la situación actual de éste pais, donde sigue siendo más difícil comer en el Bulli de F.Adriá, o con menus de 60 euros que en los que cuesta 10.
Mientras tanto seguimos poniendo en los programas electorales "rebajas de impuestos" para contentar a sectores privilegiados o para competir con el programa del PP, basado en amos, que nos den caridad y nos aseguren el trabajo al precio que a ellos le reporte más beneficios para poder cambiarse el coche de lujo con mas asiduidad, con tal que suban las ventas de los coches de gama alta, porque eso crea mucos puestos de trabajo mal pagados. Lo de siempre la pescadilla que se muerde el rabo.
Y mientras tanto el personal embobado en esa disputa de quien es mas español o si Navarra, debe o nó decidir ella misma lo que quiera ser, si Otegui debe estar o no en la cárcel por asistir a un entierro, si De Juana Chaos debe continuar en la cárcel toda su vida, porque el gobierno del PP no cambió las leyes a tiempo y el de ahora tampoco, las quejas de la AVT, la de los obispos por la ley para la educación...todo eso sazonado con unas gotitas de ETA y las gracias de Zaplana, Acebes y el de los "hilitos", y ya tenemos al personal distraido en asuntos que no les van ha acarrear ni un solo euro para descompensar su maltrecha economía...total ¿para qué si eso para ellos es secundario?

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