El primero de todos los derechos del ser humano, es el derecho a la vida,
anteponer el derecho al voto por parte de un presidente de gobierno, cuya
primera obligación es defender el de la vida y la salud de los subordinados es
una auténtica "indecencia, máxime si se va uno vanagloriando por ahí de
ser socialista como su abuelo, a no ser que él o su abuelo no hayan entendido
muy bien lo que es serlo.
Todas las encuestas estaban dejando bien claro que vamos camino de otro
batacazo de los llamados partidos constitucionalistas lo cual les ha metido el
miedo en el cuerpo y han echado el resto. Con todos los problemas de todo tipo
que tiene el gobierno, abandona Madrid y se traslada a Barcelona para apoyar la
campaña de una de las marionetas que con tanta gracia mueve el bailarín de su
escudero Iceta, que había convocado en su sede el coro de palmeros de que
dispone el partido en todas las asociaciones locales de la república catalana.
Lo raro es que los partidos que se auto denominan
"constitucionalistas" no hayan ni criticado el abuso que significa
este desplazamiento, está claro que después de la trampa que le pusieron al
gobierno de Catalunya apoyando el aplazamiento de las elecciones por el bien
general para luego retirárselo con la excusa colegial, que le sobraban dos
puntos y le faltaba una coma, deja bien claro que todos los partidos no
independentistas juegan el mismo juego y están bien coordinados con los
"afinadores" de los que se vanagloriaba la Camacho.
Está claro que tienen miedo a un nuevo batacazo, por eso han puesto de
nuevo toda la carne en el asador y aunque siempre les queda el recurso de
aplicar de nuevo el 155, lo mejor es poner en marcha todo el contingente de
fuerzas del " a por ellos". Quieren arruinarnos las elecciones, para
justificar una vez más que no solo nos dejarán efectuar un referéndum, sino que
ni siquiera nos dejarán hacer unas simples elecciones autonómicas en libertad.
Cal, que los partidos independentistas se pongan las pilas y entre todos
busquemos la mejor forma de enfrentarnos a estos ataques a los que ya estamos
tan acostumbrados, de lo contrario, volveremos a alargar unos años más la
consecución de la República Catalana.