Si cuando usted se enteró del descubrimiento del virus covid 19 en China y la OMS se comenzó a advertir de su peligrosidad hubiese sido el "lince" que pretende ser ante las cámaras y ante los ciudadanos, hubiera tenido una reunión con su ministro de sanidad para que contactara con la OMS y se informara de lo que estaba ocurriendo, para que una vez hecho lo pusiera en su conocimiento.
Una vez bien informado y tratándose de algo tan grave, le hubiera encargado a su ministro de sanidad, ponerse en contacto con urgencia, con especialistas expertos en gestionar este tipo de epidemia que finalmente entre todos hemos convertido en pandemia, como por ejemplo Médicos sin Fronteras", también se hubiera solicitado a los mejores especialistas del país en epidemiología para que aportaran su opinión.
Entonces podría haber creado un gabinete de gestión, al que le hubiera encargado una previsión sobre todas la medidas a adoptar para combatir el virus en caso de que la pandemia llegara a España. Una vez en poder de de dicho informe, habría convocado una reunión urgente de todos los presidentes de las autonomías, a los cuales les habría facilitado el informe completo para que tuvieran un conocimiento estricto del grave peligro que se nos avecinaba casi con toda seguridad.
Les hubiera encargado que confeccionaran con carácter de urgencia, un plan de actuación, en el que detallaran todo tipo de necesidades para afrontar la llegada del virus y hubiera prometido toda la ayuda de todo tipo que cada comunidad necesitara. Una vez en posesión de dichos planes, los habría pasado al comité de expertos para que los supervisara.
Si usted hubiera calibrado bien, no habría tenido que declarar el "estado de alarma", su gabinete habría dejado en manos de las autonomías la gestión de su sanidad, con todo lo que ello conlleva y hoy no sería el chivo expiatorio de todos que le acusan con razón, de su catastrófica gestión. Hubiera puesto en alerta a la policía, guardia civil y militares para estar disponibles de acudir allá, donde fueran solicitados por falta de medios y no mandarlos, en algunos casos a hacer el ridículo con material no apto para lo que se necesitaba, a las zonas que más tienen, evitando gastar un dinero de una manera muy poco eficaz.También se hubiera ahorrado muchos roces innecesarios con las autonomías que no han bendecido ni aplaudido, sus medidas por creerla ineficientes, también han sobrado declaraciones de sus ministros desviando la disparidad, hacia el enfrentamiento político.
El "todos unidos", y el "esto es una guerra que vamos a ganar" tampoco ha dado resultado, no se puede pedir que se reme en la misma dirección cuando se ve claramente que el capitán del barco nos lleva derecho hacia la catarata, por mucho que algunos aplaudan. Esto tampoco es una guerra por mucho que lo digan en todas sus comparecencias, la naturaleza no está nunca en guerra, más bien está a la defensiva de nuestras agresiones, muchas de ellas por la ineptitud de gobernantes como ustedes.
Ni hemos ganado la guerra, ni la vamos a ganar, posiblemente domesticaremos a este virus y a los que irán viniendo, pero el hombre nunca vencerá a la naturaleza, por mucho que lo intente, siempre saldremos perdiendo.
Deberían tenerlo en cuenta y dedicarse a prevenir lo que luego está claro que son incapaces de controlar, gobiernen con valentía y con medidas efectivas, que nos nos metan en este tipo de guerras, sino que nos pongan en paz con la que muchos cada vez más, afortunadamente creemos en nuestra madre naturaleza. ¡Ah y por favor dejen de salir cada día en la TV, a leernos una nueva página del libro gordo de Petete, los niños de esa época ya la superaron!
