jueves, diciembre 06, 2018

ENGAÑO CONSTITUCIONAL


El año 1965 Juan Carlos aún como delfín del general Franco declaraba, "Nunca aceptaré la corona mientras mi padre sea vivo.

Luego ante el enfado de Franco por estas declaraciones imitando a San Pedro renegó de su padre aceptando primero su nombramiento como sucesor y finalmente aceptando una corona, con la excusa que dicha corona era de una nueva monarquía instaurada por Franco, que se encargaría que nada tenia que ver con la anterior y que por tanto quedaba extinguida,  ya que de haber cumplido las leyes el heredero legítimo de la antigua corona era Don Juan de Borbón, conde de Barcelona que era  hijo de doña Mercedes y de Alfonso XIII, padres de Don Juan de Borbón.

Cuando el 22 de Julio de 1969, Franco le nombra su sucesor en la jefatura del estado español con el título de rey dela nueva monarquía que él inauguraba, con su aceptación renegaba de nuevo de su padre  quitándole sus derechos legítimos. Nadie habló de actuación ilegal, hasta los monárquicos que viajaban a Estoril a adorar a su rey, callaron y se conformaron con tratarse el trasero con grandes dosis de vaselina.

El resto de la historia ya sabemos algunas de las cosas que pasaron, otras no llegaremos a saberlas nunca, el caso es que el "campechano", como sería llamado años después por su corte de bufones y aduladores, juró, sin que le temblara el pulso sobre las sagradas escrituras que defendería los principios del Movimiento Nacional y de sus principios fundamentales del franquismo, en los que se fundamentarían todo lo que viniera posteriormente como así ha sido.

Tras la jura acompañado de su familia y vigilado de cerca por cinco militares Franquistas, el marques de Mondéjar, el marqués de Santa de Rivadulla, Alfonso Armada, el coronel Dávila, el teniente general Sánchez Galiano y el general Villavicencio, fue confirmado en los Jerónimos, tras entrar bajo palio y besar el Lignun Crucis, en una misa de exaltación a la corona. Así de ésta manera tan sencilla y sin pedir el consentimiento de los españoles se llevó a cabo una más, de las muchas ocasiones en que se saltó la legalidad del momento, con el consentimiento de unos cuantos que convirtieron a su antojo, los derechos legales de todos en los derechos necesarios suyos.


Una vez muerto el dictador y después de quitar de enmedio todas las pruebas posibles de ilegalidades cometidas, engañando nuevamente a todos los españoles, a los que nos ocultaron como luego hemos sabido hasta la fecha exacta de su muerte, se dedicaron a adornar todas las anomalía e injusticias cometidas con una nueva constitución.

Una constitución basada en los principios fundamentales  del movimiento nacional franquista a la que pertenecían la mayoría de los mal llamados padres de la constitución cuyos artículos eran previamente pasados por la censura y debidamente cepillados por los estamentos militares ya que habían de estar en consonancia con las órdenes del caudillo, que lo había dejado todo "atado y bien atado".

Una constitución a la que los españoles de la época, la inmensa mayoría analfabetos políticos, no tuvieron otro remedio que fiarse de los mandamases y partidos del momento, dando el visto bueno por medio de un referéndum a una constitución de la que desconocían hasta el último de sus artículos.

Cuarenta años después cuando todavía la inmensa mayoría sigue sin conocerse ni uno solo de los artículos, nos la siguen vendiendo como el nuevo testamento y la leyes de Moisés. Muchos miles de miles votamos que NO y hoy seguimos pensando de la misma manera que entonces, esta constitución no es de todos los españoles, porque ni siquiera se plantearon, mucho menos debatieron temas que hubieran evitado la situación a la que hemos llegado en el día de hoy. De aquellos polvos, estos lodos. Así que yo soy unos de los muchos miles que hoy no tenemos nada que celebrar.