domingo, diciembre 11, 2016

MAS REFLEXIONES DE EPICTETO


Los hombres se fijan a sí mismos su precio, alto o bajo, según les parece, y cada uno vale el precio en que se estima. Valórate como hombre libre o esclavo, que esto no depende más que de ti.    

Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.


 Lo importante no es lo que se come, sino cómo se come.          
 No pretendas que las cosas sean como deseas; deséalas como son.    
 Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete, de lo contrario, échate a reír.      
 Es tan difícil a los ricos adquirir la sabiduría como a los sabios la riqueza.              
 La felicidad consiste en ser libre, es decir, en no desear nada.


A la verdad, el sabio está sujeto a las pasiones; más toda la impetuosidad de éstas, nada puede contra su virtud.          
 Busca el placer que no venga seguido de ningún dolor.               
 Cuando los placeres se exageran, truécanse en dolor.
 Lo más insufrible para el hombre razonable es lo que carece de razón. 

La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte.

jueves, diciembre 08, 2016

COSAS DE EPICTETO



El más grande fruto de la justicia es la serenidad del alma.

¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.

El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.

 La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.      

Debemos buscar a alguien con quien comer y beber antes de buscar algo que comer y beber, pues comer solo es llevar la vida de un león o un lobo.

 El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.

El porqué a ningún político le interesa la filosofía en los colegios.


sábado, diciembre 03, 2016

ME CANSÉ DE PERDER TIEMPO



No digo que lo abandone totalmente, pero me cansé de Facebook, de firmar peticiones que en su mayoría no sirven para nada, de vídeos que solo sirven para aborregar, pero sobre todo de la mentira, la manipulación, el insulto y de la falta de escrúpulos.

Volveré a dedicar mi tiempo a otras cosas que sirvan para relajarme y a reflexionar sobre escritos que leí, guardé y que quiero tener presente, cuando cada día que pasa es uno menos en el trayecto que me queda por recorrer, que cada vez será más corto.

Perder el tiempo de una forma incómoda, viendo como han sembrado el miedo hasta tal punto que han cogido pánico a la revolución que representa  lo nuevo, cuando lo viejo está tan corrompido, admitiendo encima que no hay otra solución, la verdad es que no me ilusiona.

ARISTÓTELES (Filósofo) 360 A.C.

REVOLUCION DEL ALMA

Nadie es dueño de tu felicidad, por eso no dejes tu alegría, tu paz, tu vida, en las manos de nadie.

Somos libres, no pertenecemos a nadie, y no podemos querer ser dueños de los deseos, de la voluntad o de los sueños de quienquiera que sea.

La razón de tu vida eres tú mismo.

Cuando sientas un vacío en el alma, cuando acredites que aún te está faltando algo, aún teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos, y busca la divinidad que existe en ti.

Deja de situar tu felicidad, cada día más distante de ti, no coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy.

Busca en tu interior las respuesta para calmarte, tú,  eres el reflejo de lo que piensas diariamente.

Deja de pensar mal de ti mismo y sé tu amigo siempre.
Sonreír,  significa aprobar, aceptar, facilitar.

Entonces habrá una sonrisa para aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor.
Con una sonrisa en el rostro, las personas tendrán las mejores impresiones de ti, y tú estarás  afirmando para ti mismo que estas “próximo” para ser feliz…

Trabaja, trabaja mucho a tu favor, deja de esperar la felicidad sin esfuerzos.
Deja de exigir de las personas, aquello que ni para ti has conquistado aún.

Critica menos, trabaja más y no te olvide nunca de agradecer. Agradece todo lo que está en tu vida cada momento, inclusive el dolor.

Nuestra compresión del universo, aún es muy pequeña para juzgar, lo que quiere que sea en nuestra vida.

La grandeza, no consiste en recibir honores, sí en merecerlos.