Muchas de las noticias de las crónicas de esta periodista, ya las había leído en internet, donde a pesar de los intentos de los cientos de personas de diferentes entidades del estado que se dedican a borrar noticias que no quieren que se enteren los españoles, porque perjudican las instituciones.
Otros libros que he leído con anterioridad ya me habían puesto al corriente de los chanchullos y aptitudes de nuestros gobernantes que tan mal nos representan y del mal que nos hacen a todos cuando anteponen el interés personal propio al interés general que nos dicen defender.
Este libro hace que me reafirme en mi rechazo al cualquier monarquía por mucho que algunos la defiendan con uñas y dientes. Es posible que sirvieran en la edad media. Hoy son estamentos caducos que en pleno siglo XXI, continúan de pié, aunque la mayor parte de los que quedan se aguanten por intereses al margen del bien general.
Afortunadamente cada vez son menos y cada vez con más fuerza los que se están cuestionando, como herramientas sin ningún valor salvo la añoranza de muchos que vivieron y siguen viviendo a lomos de su mantenimiento.
En España tuvimos la desgracia de que después de haberla abolido en dos ocasiones, no hemos conseguido deshacernos de ella. Aunque ésta de ahora Franco se encargó de dejar bien claro que no era una restauración de la anterior, sino la instauración de una nueva dinastía basada en una ley del Movimiento Nacional que comenzaba con un niño criado dentro un sistema fascista creado por él y que dejaba atada y bien atada la política española por los siglos de los siglos.
Estoy seguro de que la mejor manera de saber que la monarquía no sirve para el bien general, sino que son un entramado de negocios para unos cuantos que viven de la amplitud de su sombra, es leerse este libro. VIVA LA REPUBLICA.
