domingo, septiembre 13, 2009

CUANDO UN AMIGO SE VA...



Algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Cuando volví de vacaciones, me dieron la noticia de la muerte de Pep Manté, un gran mazazo para mí, por cuanto disfruté de su amistad, desde aquel día en que el destino nos llevó a compartir litera en el cuartel del Tercio de Levante de Infantería de Marina en Cartagena.
A pesar de ser ambos de Mataró, yo no lo conocía, todo y haber coincidido en diferentes actos de los de la época, el se había declarado insumiso, y yo a mi llegada pasé por la enfermería y estuve dos semanas sin uniforme, él no lo quiso, así que allí entablamos nuestras primeras conversaciones, aunque en aquella época no era tan abierto, al menos eso me pareció, luego é se marchó y yo seguí en la mili, no tuve su valentía.
Después, unos años mas tarde nos reencontraríamos con el famoso caso de Trabal, que fué uno de sus trabajos que más horas nos hizo pasar juntos.
No voy a decir nada de él que no hayan dicho ya otros mejor preparados, yo he sido su amigo y disfruté de su amistad, con eso me basta, MATARO, ha perdido uno de sus mejores hijos, DESCANSA EN PAZ, PEP.