YEMEN, a pesar de tener petróleo y producir el mejor café del mundo, es uno de los países más pobres del mundo, cuyos vecinos casualmente son los más ricos. Ni Arabia Saudí en cuyo territorio trabajan en régimen de esclavitud más de un millón de Yemeníes que han emigrado a causa de la guerra civil que ha terminado destrozando y dejando en la miseria denigrante a todo un pueblo, ni el resto del mundo que solo ha hecho que mirar para otros lado.
Por su situación geográfica tiene un buen clima para la agricultura y produce el considerado mejor café del mundo. La planta les fué robada por los holandeses yu las plantaron en sus dominios en Java, luego les regalaron plantones a los franceses que a su vez las plantaron en sus dominios en las isla Martinicas. De ahí los Portugueses robaron unos plantones que plantaron en sus dominios en el Brasil.
En la actualidad el negocio del café mueve unos cien mil millones de dólares, de las cuales todo el mundo ha sacado su buena tajada, menos el Yemen que eran los propietarios de la planta y que fueron los que descubrieron sus efectos e inventaron el negocio.
El mundo ha demostrado poca solidaridad y su avaricia con éste y con muchos otros pueblos a los que primero hemos expoliado y ahora cuando los hemos dejado en la más absoluta miseria, les negamos el derecho de asilo y consentimos que nuestros gobiernos los dejen morir de hambre o ahogados en alta mar en medio del mediterráneo
Si de verdad existiera algún Dios, algún día nos haría pagar todo esto bien caro, en éste o en otro mundo. Haríamos bien en recordarlo, al menos, cada vez que nos dispongamos a saborear una buena taza de café.
