sábado, febrero 07, 2015

LA PUNTILLA DEL MINISTRO WERT


Lo han dejado para el final de la legislatura, pero finalmente por si acaso, este ministro con el mayor rechazo de todos los habidos desde que disfrutamos de esta especie de democracia tutelada, ya perdido todo lo que le quedaba por perder, da la puntilla a la enseñanza en su nivel más alto, el universitario.

Y lo hace pasándose por el forro, el artículo 27 de la constitución, que en su apartado número 5, dice textualmente: Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación mediante una programación general de la enseñanza con participación efectiva de todos los sectores afectados.

Bueno, pues escuchando las declaraciones de los decanos de la mayor parte de las universidades españolas,y a los representantes de los sindicato de estudiantes, la "participación efectiva", no ha existido.

Todo eso cuando hace bien poco se había cambiado el sistema, y todavía ni se sabe si ha sido efectivo el cambio, ya que solo ha terminado una promoción aún sin evaluar.

Durante los últimos años hemos visto, como los hijos de la clase media accedían y con buenas notas a las universidades y ha quedado claro que cuando existen igualdad de oportunidades muchos las han aprovechado. Esto es lo peor que llevan, ellos que antes veían a sus hijos descollar, ahora tienen que aceptar que estén muchos en el pelotón de los torpes, se les acabó la ventaja.

Ahora se vuelven a inventar un sistema de grados, que se remata con dos años de master, que vuelve a poner en ventaja a los que sus padres, dispongan del dinero necesario para pagárselos. Con lo cual el artículo 27, de la constitución, se convierte en papel mojado. Se acabó la igualdad de oportunidades.

Está claro que algún valiente le plantará cara al obstáculo, pero a base de préstamos que le dejarán endeudado, para que cuando termine la carrera y entre en el mercado laboral, tenga que aceptar el sueldo que le propongan.

Si a ello le añadimos que  la nueva evaluación necesaria para acceder a las becas, aleja de los máster alumnos sin recurso, estamos construyendo un país, que condena la capacidad, a la miseria y al paro y reverencia a la ignorancia.