domingo, marzo 29, 2020

EL DERECHO A DISCREPAR


¡Vale que es de bien nacido ser agradecido!. Pero ello no es motivo para que te quieran quitar el derecho a discrepar. Discrepar es argumentar, y hacerlo te lleva en muchas ocasiones, como mínimo a tener la mitad de la razón, a ver más allá, o incluso a cambiar de opinión.

En ésta hecatombe que se nos ha venido encima, que en muchos casos se ha multiplicado por la ineptitud de los que han tenido que gestionarla, con más o menos buena voluntad. Estamos viendo, como muchos, no han dudado en aprovechar las tristes circunstancias para aprovecharse en algunos casos y para llevar el agua a su molino en otros, políticos y empresarios de cualquier ideología , que anteponen sus intereses a los del bien común de toda la ciudadanía.

Estos días de recogimiento obligatorio, los que dedicamos un tiempo a tener conocimiento de la actualidad y entramos en las redes de información buscando las noticias más recientes, al objeto de estar mejor informados, nos encontramos un montón de noticias de diferentes fuentes de información, que son verdaderamente contradictorias. Cuando modestamente quieres hacer algún comentario sobre tu visión de la noticia, recibes una cascada de todo tipo de descalificaciones y en algunas ocasiones hasta de insultos.

Existen publicaciones, que informan de donaciones de diferentes cantidades de dinero por parte de  personalidades o empresas, para que sean destinadas a sufragar la compra de material de sanidad. Cosa muy aplaudida y compartida por muchos, que piden medallas para todo quisqui. Lo que no parecen saber ellos, es que en la mayoría de los casos esas cantidades sirven luego para tener desgravaciones en la declaración de renta, de modo que los donantes recuperan una importante cantidad que finalmente pagamos entre todos. 

Decía Jesucristo, que dar de lo que se tiene, no tiene tanto mérito como compartir lo que se tiene. Sin tener en cuenta que ese tipo de donaciones tienen un fín. Para mi y para muchos, en la mayoría de casos, su fin primordial es publicitario. Ya que se informa bombo y platillo, a través de todos los medios de información. Por lo que pierden el principal valor de la limosna, el anonimato.



miércoles, marzo 25, 2020

LA ESPAÑA POR FUERZA

De estos días de recogimiento forzado, gran parte de ellos los paso dedicado a la lectura y a repasar y archivar algunos de los resúmenes de libros leídos. Uno de los repasados pertenecen a una conferencia organizada por la Casa de Andalucía de nuestra ciudad, en la que el profesor Alpujarreño Ferramán aben Bela, nos deleitó con una disertación sobre como se forjó una España, a base de sangre y fuego, en la que poco a poco pero de una forma contundente se fue extirpando cualquier seña de identidad o de cultura de todos los pueblos ibéricos. Al mismo tiempo que se ocuparon de intentar eliminar la inmensa cultura que poseían todos ellos y les condenaron a la uniformidad, bajo el peso de las armas y el castigo a sangre y fuego.

Afortunadamente, hubo muchas personas poderosas del mundo de la cultura que consiguieron poner a buen recaudo y que salieron de España, -algunos para siempre- millares y millares de libros, escritos y documentos, que hoy en día existen diseminados por muchos archivos, bibliotecas y museos de todo el mundo y que en la era digital están a disposición de cualquiera que se interese por ellos.

Volviendo a la conferencia el profesor Ferramán, nos habló con todo tipo de detalles, como se les eliminó el idioma que se hablaba en el al´Andalus y en otros reinos de España, (aunque en menos proporción) debido al intercambio tanto comercial, como cultural, el Aljamía.

Aljamía, es una lengua mezcla de romance y Latín, con incrustaciones de anteriores lenguas visigodas y romanas.


La caída de Constantinopla y sus consecuencias marcan el principio, de un cambio en las reglas de juego, política y comercialmente y dan orígen a un nuevo repartimiento del poder a nivel mundial.


Fruto de ello los Reyes católicos aprovechan la nueva situación y arremeten con su cruzada e imponen el cristianismo a sangre y fuego con el apoyo y bendición de la Iglesia Católica, poder supremo de la época, que ve con buenos ojos frenar la gran propagación con la que el islamismo se estaba imponiendo por todas partes.


En 1453, tras la caída de Constantinopla, los Reyes Católicos ordenan la expulsión de los moriscos, salvo que se quieran convertir al cristianismo, Lo que da pié a que se llevaran cabo bautizos masivos en todos los reinos de las Españas.


Los que se negaron a renunciar de su religión, como ya es sabido fueron expoliados de sus bienes y tuvieron que abandonar  sus lugares de residencia en los que vivían hacía ya varios siglos. Los reyes y los poderosos de la época se apropiaron indebidamente de sus bienes, principal fin de la expulsión, ya que sabían muy bién que el solo pasar por el bautizo, no les haría renunciar a sus creencias.


Unos años más tarde, en una de las visitas que solían hacer a Granada, los reyes católicos comprueban con estupor, que ha pesar del tiempo transcurrido, sus súbditos -a la fuerza-, se mantenían fieles a las costumbres nazaríes, por lo que ordena al cardenal Cisneros la "cristianización" inmediata de toda la zona, con todas las fuerzas y medios que estuvieran a su alcance, por lo que nuevamente se produjo otra nueva oleada de bautizos por miedo a las represalias, la gente ya sabía como se las gastaba el inventor de la criminal inquisición que terminaría imponiéndose en todas las urbes cristianas bajo el control del papado de Roma que se tapó los ojos y miró para otro lado, para no perder, las entones las inmensas cantidades de oro que les enviaban sus devotos reyes.

             
           El Cardenal Cisneros, confesor, consejero y mano derecha de Isabel la Católica


Muchos años después en 1566, Felipe II se da cuenta que en Andalucía se seguía usando la antigua lengua de al-Andalus, el Aljamía, y legisla su eliminación ciminizalizando su uso. Como le era ya imposible expulsarlos, les da un plazo de tres años para aprender el castellano, a pesar de que la mayoría de la gente lo conocía como una segunda lengua. A pesar de todo el idioma impuesto, no se usa apenas como habían previsto y entonces ordena, que a todo aquel se sorprenda hablando el Aljamía, les sea cortada la lengua. La orden se cumplió tan a rajatabla, y fue tan eficaz que aunque miles quedaron mudos para siempre, la medida hizo que se abandonara masivamente y se llegara a la extinción. 

A pesar de intentar la exterminación de todos los documentos que cayeron en sus manos, no consiguieron eliminar la lengua y hoy en día existen eruditos, que aunque muy escasos, continúan enseñando y publicando en Aljamía, que continúa siendo una lengua en extinción.



domingo, marzo 22, 2020

DEJAROS DE POLITICA





Estos días de confinamiento, aunque en mi caso no sea el caso, dejan más tiempo para eso que ahora llamamos las redes sociales. Aunque particularmente considero, que sí, tienen algo de red, porque cuando quieres darte cuenta estás verdaderamente enredado, pero poco de sociales, porque en más casos de los que deberían, se termina insultando al que no opina como tú y deja bien a las claras que en la mayor parte de los casos eso de dialogar que tanto predicamos, es algo que practicamos bien poco la mayor parte del personal.

En estos tiempos de contagio bacteorológico, no solo existe el covid 19, en las redes se ve como tenemos más tipo de virus de los que nos imaginamos y cuya infección no combatimos. Vaya por delante que la opinión es uno de las más grandes y poco reconocidos derechos que tenemos. Respeto por tanto cualquiera opinión que no sea coincidente con la que yo expongo. Cuando escribo la mía, no lo hago para convencer a nadie, sino para que los que piensen como yo, sepan que no están solos.

Dicen algunos y creo que llevan razón, que ésta crisis sacará a flote lo mejor y lo peor de lo que llevamos dentro, pero soy pesimista en que nos sirva para algo. La historia demuestra lo pronto que nos olvidamos de todo y las pocas conclusiones que sacamos de nuestros errores para evitar repetirlos en el futuro.

Hay miles de comentarios que dejan muy claro que la mayoría de las opiniones son verdaderas fotocopias de declaraciones de políticos de todos los partidos, que dejan muy evidente a qué tipo de partido vota el que las escribe.

Una de las que más se repite, es esa que aconseja: dejaros de política. Yo siempre les pregunto; ¿dime algo de tu vida, que no dependa de la política? Hasta ahora nadie me ha respondido, al menos convincentemente, ¿será que es su único argumento?