miércoles, mayo 12, 2010

EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS






Bienve y yo, nos casamos un 19 de Abril, siempre habíamos oído, que los que se casan como Dios manda, lo hacen con la frescura de la primavera.
Con ella, comienza el ciclo de la vida, como la que nosotros emprendíamos en común, por eso era importante contar con las garantías necesarias.
Ahora se han cumplido cuarenta años, motivo por el cual decidimos celebrarlo y nada mejor que viajar a una de esas ciudades, donde el amor, está presente en cualquier dirección.
No me gustan las ciudades estereotipos, y Venecia, al igual que Paris, lo son para los enamorados, confieso que ambas han superado mi rechazo.
Cuando te pierdes, en el entramado de canales, puentes y callejuelas, es difícil averiguar, en que estación del año te encuentras, salvo que observes con detalle, los reservados, pero espléndidos jardines, que poseen algunas fincas y palacetes, con sus bien cuidados arbustos, sus macetones de azalehas, hortencias, lirios, jazmines, gladiolos y demás, mientras te cruzas o compartes sus calles,con miles de jóvenes en plena primavera de sus vidas.
Cuando desde arriba del "Campanile", contemplas la plaza de San Marcos y la vista se pierde en el infinito por encima de sus tejados, dejándote disfrutar de unas panorámicas, que son un regalo para la vista.
Cuando además eso ocurre teniendo a tu lado, a la mujer con la que llevas compartida toda tu vida, el ritmo del corazón se te acelera, y vuelves a sentir su primavera, por mucho que tu DNI, se empeñe en lo contrario.
Admirar, pinturas de Tiziano, de Tintoreto, teatros como Le Fenice, el Goldoni, el Malibrán; escuchar "La Traviata", en la Scuola Grande Di San Teodoro, las "cuatro estaciones" de Vivaldi, sentado en la plaza San Marcos, en el famoso café "Florian",
por donde han desfilado tantas personalidades de la cultura mundial.
Asistir a la representación de la historia de la ciudad interpretada por jóvenes, actores y músicos del conservatorio.
Tomar a media tarde, un delicioso chocolate, en "La Bottega del Caffé", junto al Ponte del Lovo, donde el mismo Carlo Goldoni, escribió algunas de sus obras, en un local que aún conserva parte del encanto de la época.
Cuando todo eso, aún te eriza el vello, te das cuenta que efectivamente, estas viviendo una "mejor primavera", y que realmente el "tiempo de los maduros", es más valioso de lo que en un principio me hubiese figurado.

1 comentario:

Napoleón Bonaparte dijo...

Hola, Ildefonso. Te agradezco tu entrada del otro día en tu blog. Me cuesta decirte lo siguiente, me han hablado tanto, y tan bien de ti, que el otro día te vi paseando a un perrito.

Me dieron ganas de darte un gran abrazo, de amigo. Siento mi cobardía, me tuve que contener, y me averguenza ahora no haberlo hecho. No volverá a ocurrir.

Te deseo lo mejor, disrtuta todo que seguro lo mereces. Te consta que te visito, de hecho este es uno de mis tres blogs favoritos.

Sabes que mi norma es despedirme de todo el mundo con, un Saludo. Contigo cambio de forma sincera a,

Un Abrazo