En una de las calles de Salamanca, existe este parterre, donde se muestran todas las clases de rejillas y de tapaderas, que existen en la ciudad, son un montón, y todas de medidas y formas diferentes, como ocurre en todas las ciudades.
A la hora de colocarlas, como los albañiles, se ve que estudian todos en la misma "universidad", se pueden comprobar, como ocurre con las otras dos fotos, que pertenecen a Mataró, el ajuste a pié de rey, que llevan a cabo, con el consabido número de horas que se pierden y el material que se desperdicia.
A ningún responsable de ningún ayuntamiento, se le ha ocurrido pensar, que deberían exigir a las diferentes compañías, que nos están convirtiendo la calles en un lugar de peligro, que todas fueran cuadradas y múltiples de las medidas de los panots o solerías que se van a utilizar, los ajustes serían matemáticos y abaratarían en mucho las obras a juzgar por lo que se observa en cualquier obra callejera.
Claro que por lo que se ve los concejales y responsables de obras de los ayuntamientos, no están para estas niñerias, si es que alguno lo ha pensado alguna vez y como además no pagan con dinero propio, para que preocuparse.
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