El año 1960, fuí por primera vez de excursión,con esta jovencita que sacaba la lengua en la foto, era por semana santa, en agosto nos prometimos, a nuestro modo, en secreto, como se hacía entonces, erámos tan jóvenes..
Fué un verdadero flechazo, después de 50 años, nuestro amor, es más firme, aunque el tiempo enfrie un poco las pasiones, yo digo, que es un volcán vivo, pero inactivo, parece dormido, pero en cualquier momento demuestra que no es así, que todavía le quedan muchas llamaradas.
Un largo noviazgo y 41 años de casados, era motivo más que suficiente, para una celebración con la familia, ya que el día de nuestra boda no pudo ser por circunstancias de la vida.
Justo también a los cincuenta, la vida nos ha traido un gran regalo, Estela nuestra primera nieta, una nueva ilusión que compartir, que nos abre nuevos horizontes ilusionantes.
El domingo lo celebramos con la familia, por fín pudimos cortar el pastel y compartirlo con ellos, fué un día de inmensa felicidad, aunque la lejanía hizo que no pudieran estar todos presentes, esperamos que si pueda ser, la próxima ocasión, cuando celebremos las bodas de oro de nuestro casamiento.
1 comentario:
Y por muchos más! Ya sabes, no todos lo conseguimos.
Un beso a los dos.
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