El pensamiento crítico, es algo que deberíamos ir fomentando al tiempo que vaya avanzando la desescalada, ya que en casi tres meses de arresto domiciliario, hemos tenido suficiente tiempo para hacernos un exámen de conciencia y averiguar en que hemos fallado para para llegar hasta aquí. El precio que hemos pagado es el más alto de todos, nos han quitado la libertad y hasta el libre albeldrío o sea el poder elegir entre el bien y el mal.
Solo se nos ha permitido algún tipo de opinión, en las llamadas redes sociales, que cada vez hacen menos honor a ese nombre, ya que en cuanto ejerces tu derecho a la crítica por pequeña que sea, se tiran por el camino de los insultos y de las descalificaciones, por lo que es mejor dejarlo correr y aprovechar el tiempo en otros menesteres más productivos para la estabilidad emocional necesaria.
Nunca me gustó lo de ir todos juntos, ni mucho menos en la misma dirección, es algo horrible y tumultuoso, puesto a ser oveja, me gusta más lo de cada oveja con su pareja, además tiene el inconveniente añadido que si se equivoca el primero, se pierden todos.
Hemos visto y vivido iniciativas muy interesantes, que nos dan una idea de la capacidad del ser humano para situaciones extremas e intentos de muy buena voluntad, que se han quedado simplemente en eso. Otros nos han manipulado y en muchos casos hasta engañado de muchas formas y maneras y los hay, como siempre, que han aprovechado el miedo y el desamparo para hacerse más millonarios de lo que eran, entre los aplausos y el reconocimiento de la ciudadanía.
Pero lo que más me ha sorprendido es saber que de golpe y porrazo nos hemos convertido todos en héroes dignos del aplauso, por el solo hecho de que a los que le ha tocado, solo han hecho que cumplir con su deber, y no todos, que algunos saben muy bien que se han escaqueado a las primeras de cambio, pero no seré yo quien le arrebate su parte del botín, allá cada cual con su conciencia.
Lo acepto, aunque no lo comparto del todo, sin al menos debatirlo, solo porque lo dice algún famoso o no famoso de los muchos tertulianos que nos martirizan cada vez más en programas repetitivos y faltos de altura para dar cultura al personal, que es para lo que nos dijeron que serviría la televisión.
Pero al menos lo parece, la gente ha tomado conciencia, de que todos los seres humanos al igual que la mayoría de especies animales, se necesitan todos los unos a los otros, que todos son necesarios, hasta el más humilde del escalafón. También parece ser que nos hemos concienciado mucho, de que la naturaleza es mucho más inteligente que el hombre y que perderemos todas las batallas en las que nos enfrentemos.
Nos hará falta comprobar en el tiempo, si de verdad estamos verdaderamente convencidos de ello, o una vez más solo hacíamos un ejercicio de postureo como se dice ahora. Sigo viendo una falta de valentía a la hora de decirnos la verdad tras el desconfinamiento, solo nos dicen una parte, como siempre la que a ellos le interesa, que es la económica, se avecinan tiempos muy duros para muchísima gente y sería mejor preparar, que desilusionar. Tenemos que estar preparados para perder muchas cosas que nunca volverán a ser, al menos de la misma manera, si de verdad queremos que todo esto haya servido para algo.
Así que comencemos a trabajar desde ahora mismo en cambiar, el egoísmo por la solidaridad, el miedo por la valentía, el patriotismo por el humanismo, la religión por la ética, la fe por la ciencia y cambiar de una vez por todas a los políticos que confunden la discusión, la pelea, el altercado y la bronca con el debate inteligente y civilizado.
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