COMO NOS ENGAÑAN

La historia siempre ha sido apasionante, contra más te adentras en ella más te droga, pero a la vez te sirve para comprobar como personajes sin escrúpulos, no solo la utilizan para sus intereses, sino lo que es peor, terminan por crear o adulterar mitos.

Son muchos los historiadores que intentan a base de la confrontación de datos, buscar la luz en un pasado oscuro e impenetrable en muchas ocasiones, dada la ausencia de documentos, en gran medida eliminados por medio del fuego.

Hoy Ignacio Escolar, en un artículo en el Periódico de Catalunya, me  ha recordado el intento vano de algunos políticos por cambiar la historia según sus conveniencias.

Aznar el año 2007, cuando gobernaba el reino de España, firmó un decreto por el que declaraba bien de interés nacional, según él, la espada "Tizona",  la que según el famoso "cantar del Mio Cid", éste había regalado a uno de sus yernos. Por cierto según nos recuerda hoy Ignacio, pagaron por ella, al marqués de Folces, UN MILLON Y MEDIO DE EUROS, para colocarla en un museo de Burgos.

Según el "Cantar", la espada "Tizona", era la que usó  Rodrigo para derrotar al rey moro de Valencia "BUSCAR DE MARRUECOS", que luego regaló a su yerno, el infante de Carrión el día del casamiento con su hija Elvira.

Por lo que resulta que el "cantar", no dejan de ser la historia mal contada, dos siglos después de la muerte del Cid, cantada por juglares, que está lleno de errores de bulto, o bien por desconocimiento o bien intencionadamente no se sabe con que motivo.

Lo que si sabemos, es que el Cid, no era de Vivar, no existe ni un solo documento que lo acredite. Que los infantes de Carrión, tampoco existieron, que las hijas del Cid, no se llamaron ni Elvira, ni Doña Sol, ya que en realidad, se llamaron una, María, que  casó con el Conde de Barcelona y al que sí le regaló una espada catalogada por los expertos como "Tizona", y su otra hija, se llamó Cristina,  y la  casó con el infante  Ramiro de Navarra, al que le regaló otra espada, esta catalogada como "Colada".

Ambas espadas por tanto, no eran armas de guerra, sino ornamentales, por lo cual resulta totalmente falso que las usara el Cid, en ninguna batalla. Verdad es que cualquier libro que leamos sobre vida apasionante de este luchador, nos pone ante un hombre que destacó en su tiempo por el caudillaje y manejo de las armas, pero también nos deja lagunas de su vida,  muy distintas a las creadas a su alrededor hasta convertirlo en mito de la cristiandad, cuando en algunas ocasiones fue aliado de reyes y caciques musulmanes, antes de combatirlos finalmente para su propio interés en la toma de Valencia.

Ningún experto han dado por buena la versión de la originalidad de la espada comprada por UN MILLON Y MEDIO DE EUROS, que hoy se encuentra en un museo burgalés y que nuestro gobierno
por medio de un decreto declaró bien de interés nacional.

¿Ineptitud, desconocimiento, falta de cultura, presunción?, podemos llamarle como nos de la gana, pero así nos engañan y así tiran el dinero de los impuestos, gota a gota, hasta dejarnos secos, engañados y apaleados.