sábado, agosto 13, 2011

SIEMPRE CASTILLA


Cuatrocientos años después de la caída del imperio del reino de España, tras el estrepitoso fracaso de la Monarquía Hispánica, (también conocida como la monarquía católica), donde primero los Austria mayores, Carlos I y Felipe II y los Austria menores, Felipe III, Felipe IV y Carlos II, llevaron a lo que se conoce como la época de la decadencia española, con la pérdida de la hegemonía europea y una profunda crisis económica y social, que dejó el país en manos de una oligarquía preocupada por salvaguardar sus propios intereses y acumular para sí, los ríos de plata que llegaban a España, procedentes del nuevo mundo, a través de los puertos de Cádiz y Sevilla.
Injustificables guerras, contra los países bajos (Holanda) y Alemania, que solo buscaban mantener el prestigio de la corona, unido a una pérdida de valores, que como se puede leer en el libro República y policía cristiana (1615), en los siguientes términos, Ociosidad, (paro injustificado); hipocresía bajo apariencia de piadoso cumplimiento de los deberes religiosos, (hoy sustituidos por los deberes políticos), promiscuidad sexual de todo tipo, (hoy Tv); excesos en la comida, la bebida y la apariencia externa y la ostentación,, (hoy restaurantes, casas y coches de lujo).
Unido a gran cantidad, de prestamistas, usureros y rentistas de toda clase, llevaron a Castilla y con ella a todos sus reinos, a una ruina total, mientras las grandes fortunas aprovecharon la ocasión, para hacerse cada vez con más extensiones de las tierras, que con anterioridad se habían liberado, para dar un alivio a unos campesinos cada vez más endeudados, que finalmente abandonaban esas tierras, que de una manera gratuita pasaban a las grandes familias.
Casi cinco siglos después, Madrid, se ha instalado en el lujo y la ostentación, se ha vuelto a llenar de rentistas y usureros, que de nuevo se están quedando con las viviendas de una clase trabajadora, cegada también por el brillo, de proyectos ostentosos que están aparentemente a disposición de todos los ciudadanos(contemplación), pero que su disfrute solo llega a una élite.
Para muestra un botón, o mejor dicho en este caso dos:Una la comunidad de Madrid, con una deuda imposible de pagar, mucho menos rebajando impuestos, (fórmula que desgraciadamente vende), no
solo se permite el lujo de organizar eventos como la venida del Papa, (80 millones de euros nos costará a todos los españoles, que somos los que terminaremos pagando) y que dicen dejará unos 100 en las arcas de la hostelería madrileña, y la otra, la obstinación en invertir una riada continua que dura ya casi una década, de millones de euros, en la consecución de una olimpiada para la villa y corte.
La ostentación de los Austria, que comenzó con la costosa obra del Escorial, sigue vigente en los genes de la sociedad madrileña, lo malo es que al final esa ostentación, despilfarra los recursos de todos, en beneficios de las clases "nobles", del por desgracia, aún mal llamado reino de España, pero como "sarna con gusto no pica", algunos siguen saliendo a la calle a besar o aunque solo sea a rozar las manos de nuestros "benefactores". ¿cuantos siglos más tardaremos en quitarles las caretas... o será verdad lo que dicen algunos, "no cambian los tiempos, se sustituyen las personas, si esto fuese verdad, dentro de cinco siglos más, se podrá seguir escribiendo más o menos lo mismo, y adorando a las siguientes dinastías.



No hay comentarios: