viernes, agosto 19, 2011

DOBLE CARA


Entre los políticos, como entre la propia sociedad que los sostiene, cada vez son más, los que tienen un pié en cada lado, lo que hace que detectarlos bien, sea cada vez más laborioso, ya que hay que escucharlos "entre líneas".
Cada vez, cuesta más diferenciar el patriotismo y los ideales, del "oportunismo", de esta "casta", que se ha enquistado en el sistema democrático, de una forma cada vez más sangrante, sin que hasta el presente nadie haya encontrado la fórmula de quitarles la careta primero, y extirparlos después.
Hace ya demasiados siglos, que en este conglomerado hispano forjado por la fuerza de las armas y de las imposiciones de una Castilla, que se resiste a reconocer el estrepitoso fracaso de su tan cacareado imperio, la EUMONIA, ha pasado a mejor vida, ante la sorpresa de una sociedad desorientada, que vaga engañada por las urnas sin acertar en la elección de los mejores.
Mientras, estos salvadores de patrias, se encuentran a sus anchas anteponiendo (según ellos) el bien de su partido, que casualmente coincide más con sus intereses particulares, que con los propios ideales de los partidos y votantes que los sustentan.
Gente variopinta que se aferran a la política como un modus vivendi, que no dudan ni un solo instante en llevar a cabo coaliciones contra natura, que traicionan a sus propios electores en aras a unos supuestos beneficios locales, provinciales o nacionales, tramadas por los cabecillas de auténticos entramados de aparatos políticos, cuya burocracia y funcionamiento nada tiene que envidiar, a los que existen dentro de las dictaduras de mejor abolengo.
Lo más lamentable de todo este sistema corrupto, al que llamamos pomposamente democrático, es que son solo muy pocos los que mueven los hilos, de las marionetas en que nos han convertido para llevar a cabo sus fines (intereses), haciéndonos comulgar con ruedas de molino, en aras de unas promesas y programas que lamentablemente sabemos que no van a cumplir incluso en el momento de darles nuestro voto y que incluso se mean encima de sus votantes una vez conseguido el poder.
Para muestra un botón, el encuentro de jóvenes católicos alrededor de su líder el papa, que se celebra estos días en Madrid, con una parafernalia que se acerca a la esquizofrenia, llegando a sacar los santos a la calle en una nueva reedición de la semana santa en pleno verano.
Un país que se declaró aconfesional en su constitución, pero que se gasta 80 millones de euros en estos eventos, mientra que recorta la mayoría de los pocos logros conseguidos por cientos de personas discapacitadas, en nombre de una crisis que han provocado sus banqueros y su política.

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