Ayer sábado como disfrutábamos de buen tiempo, mi mascota enfiló hacia el mar y terminamos en la playa del "Varadero".
Me gusta llamarle por su nombre Whisky, o a lo sumo, mi "mascota", lo de perro, no me suena para él, es mucho más noble y más fiel, que bastantes seres humanos con los que me ha tocado convivir a lo largo de mis años.
Siempre hacemos un buen descanso, hoy, nos hemos sentado en el bar de Varadero, mientras que leía el periódico desgustando un cortado y un cruasan que compartimos entre los dos, he tenido que interrumpir varias veces la lectura.
El bar está situado en un paso obligado hacia el espigón del puerto, y por allí suelen pasar algunos amigos con los que nos saludamos y comentamos cosas de la actualidad, o del pasado cuando sirven para rememorar algunos felices momentos convividos.
Hoy uno de ellos ha sido Fernando Martínez Montoya, ¿os acordáis de aquel rapidísimo extremo derecha de la Salle?...algún día intentaré llevar a cabo tu petición de reunirnos un día a desayunar juntos, los Góngora, Tabares, Sacristán, Juanito...
Las noticias...las de siempre, presidentes de gobiernos, acusados y hasta condenados por abusar de menores, por violación, por prevaricación, por meter la mano donde no deben, falsificación de curriculums, de trepas sin ética ni moral, que solo tienen un objetivo "llegar" al poder, que no vacilan ante nada, que pasan por encima de todo y de todos pisoteando si hace falta el nombre de quien sea necesario.
Presidentes de entidades que se pasan a la política aprovechando su único mérito de que son concocidos, con la vana esperanza de recolectar votos para partidos que tienen verdaderas dificultades, en completar listas, nada les detiene todo les da igual...¡Al OBJETIVO", al "pesebre".
Lo peor de todo es que si miras a tu alrrededor, a nivel local...exatamente más de lo mismo, aquí hasta blocaires devotos de la iglesia católica, que se rajan entre ellos con comentarios en la mayor parte de víboras venenosas, que escriben todo tipo de calumnias amparándose en el anonimato (tal vez porque desconocen quien es su verdadero padre y no pueden usar su apellido con la seguridad de acertar).
¿Como queremos que no haya despego a la religión y a la política?
Así que cierro el "Periódico" y nos marchamos a la orilla del mar, mientras él juega a hacer agujeros en la arena, yo respiro la brisa salitrosa del mar y a solas conmigo mismo no pienso nada más que en disfrutar ese instante.
La soledad voluntaria, es una herramienta que te permite comprobar si estás "bien" contigo mismo...casi me quedo dormido.
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