Hace escasamente 5 años, a bombo un platillo se inauguraba una de las joyas de la corona.
Tras un fallido primer intento de acondicionar la nave Gaudí, con un contratista que les dejó la obra colgada y hubo de terminarla otro, con el consiguiente aumento del presupuesto de la obra, finalmente se decidió que la nave se dedicaría a las nuevas tecnologías y se invirtieron otro montón de millones de las antiguas pesetas, para dotarla de sistemas de fibra de última generación.
Ahora resulta, que como la ciudad es rica y por lo que se ve, no acusa la crisis, nos embarcamos en un proyecto de museo, para hacerle de gardarropa a los cuadros de un propietario, que se ahorrará, mucho dinero en sistemas de seguridad y seguros, que lo cubriremos entre todos, para que vayamos a ver los cuadros unos cuantos.
Y ahora todo el dinero invertido hace escasamente cinco años, se esfuma, y a otra cosa mariposa, que aquí mandamos nosotros y a el que no le guste, ya sabe... pues, en esa estamos señores...¿responsabilidades para los autores de tales despilfa- rro?...cero, de lo contrario otro gallo cantaría.
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