Sí, la izquierda Existe.

Aunque haya quien predica interesadamente que ya no hay "izquierda", ésta sigue existiendo y los que nos sentimos de ella, hemos de seguir luchando por cambiar las cosas, y basta dar un repaso a los diarios y contemplar las noticias en la TV, para darnos cuenta de lo mucho que queda por hacer, aunque al desaparecer algunas de las necesidades básicas, sobre todo en los segmentos de trabajadores que disfrutan de sueldos que les permiten, vacaciones, fines de semana, viajes exóticos, 2ª vivienda y otras comodidades, creen un poco por egoismo, que ya no les incumbe a ellos, sin pararse a pensar que los efectos de la globalización, pueden ponerle cuando menos se lo piensen en las listas del paro.

Alfonso S.Palomares, en su artículo "La izquierda ante la Globalización", explica muy claramente que la batalla no ha finalizado, que "La mundialización será positiva cuando la política marque los compases y determine las reglas de juego", claro que para eso se necesita una izquierda valiente que afronte cono bien explica, "Cambiar las reglas del mercado global, luchar contra la explotación y extender la globalización a zonas como África.Pactar unas normas que las empresas deban cumplir para cambiarse de pais, facilitar la distribución de medicamentos en los paises que están en la cuneta de la historia, la distrubución adecuada del agua potable, prohibir la explotación de los niños. Termina recordándonos que a partir de la revolución industrial, la izquierda posible o la izquierda pragmática fué logrando mayores cotas de justicia en la distribución de las riquezas, ahora continúa el mismo desafíoy parecida lucha.

Otra lucha de la izquierda, "la lucha por la igualdad de los derechos de la mujer". Parece que hemos avanzado mucho, o al menos eso es lo que damos a entender, cuando hipócritamente nos autocomplacemos con los logros de los últimos años. Pero leyendo artículos como el de la profesora de Estudios Islámicos Dolors Bramon "Matrimonios por placer en el islam".
Donde podemos comprobar como en todas las religiones existe la hipocresía y la humillación de la mujer, una especie de contrato, que las permite hacer de prostitutas temporalmente, para cubrir las necesidades de los hombres y lo peor es que esa leyes se fundamenten en el libro sagrado de los musulmanes (Corán 4,28/24-30 que dice "Retribuidles por lo que hayáis disfrutado con ellas.No hay culpa de lo que acordéis mutuamente después del salario.
Sencillamente desgarrador.