Quevedo, amigo y secretario del duque de Osuna
Este mes de Mayo se cumplen 400 años del intento de golpe de estado en Venecia por parte de un grupo de españoles bajo los auspicios del Monarca español Felipe III. El entonces Duque de Osuna, virrey de Nápoles, ayudado por su secretario el escritor Quevedo, andaron financiando las voluntades
de importantes personajes venecianos, para hacerse con el resto de los intereses comerciales de la zona que aún no estaban en sus manos.
La escabechina llevada a cabo por el gobierno veneciano fue demoledora, fueron ejecutados más de cuatrocientos personajes, la laguna se tiño de rojo ya que fueron lanzados a sus aguas. Quevedo se salvó huyendo disfrazado de mendigo y con unas pústulas faldas de lepra. Los gobernantes venecianos acusaron al embajador español Marques de Villafranca, que tuvo que ser relevado por Gómez Suárez de Figueroa y Córdoba,(Duque de Feria)
Quevedo fue el encargado de de repartir más de 500.000 ducados de oro, llegados desde Nápoles para comprar voluntades de los políticos de la época. Según explica el mismo Quevedo en sus cartas, abonó 4000 ducados por barba a cada uno de los ministros de la corte, incluido el duque de Uceda, hijo del válido del duque de Lerma. Y hasta engrasó las manos del mismísimo confesor real, que recibió 1500 ducados. A cambio de su labor para borrar toda huella del fallido golpe, Quevedo recibió de las manos del rey el codiciado hábito de la orden de Santiago, pocos días antes de que estallara el escándalo de la conspiración veneciana.
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