¿POLITICA O INTERES?

El año 1.986, era bombardeado el palacio presidencial de Libia, buscando matar a Muhamar Gadafi, en aquella época incluido en todas las listas de terroristas del mundo.
El mismo M. Gadafi, reconocía que los servicios secretos de su pais, habían llevado a cabo atentados contra aviones comerciales, causando algunos centenares de muertos.
Años mas tarde incluso accede a recompensar económicamente a los familiares de las victimas.
Por arte de magia, se convierte en un bendito y es excluido de las listas del "eje del mal", hasta el punto que uno de los defensores de las listas del eje del mal, nuestro divertidísimo ex-presidente "Ansar", es el primer líder europeo en hacerle una visita a Libia, eso sí acompañado del presidente de Repsol, que a partir de ahí firma sustanciosos contratos con el gobierno ex-terrorista.
No contento con ello, el siguiente gobierno lo invita a bombo y platillo a Madrid, donde Gadafi implanta su "JAIMA" y ofrece una espectacular fiesta,a la que acuden con el babero especial anti-baba, y su traje de "camaleones" especial para dichas ocasiones.
Ahora el ciudadano español Juan Carlos de Borbón, que ejerce de rey de España, en cumplimiento de su sagrado deber y para defender los intereses de sus ciudadanos (Repsol), puestos en peligro por unas declaraciones del ahora nuevo amigo Gadafi, en la linea de nacionalizar las compañías petrolíferas si persiste la crisis.
Producida no hay que olvidarlo por el robo descarado de miles de millones, efectuados por unos cuantos banqueros que en nombre de la liberalización y otros cuantos cuentos más se han llevado el dinero a paises exóticos donde podrán disfrutar ellos y sus familiares de una vida segura y placida.
Bueno pues ahora nuestro Juan Carlos, salvador de la democracia, va urgentemente a Libia a salvar a Repsol, como es naturalmente su obligación.
Ahora quedo a la espera de que el gallego de los "hilillos del chapapote" eterno aspirante a gobernar España (Dios nos libre, ya tuvimos un gallego que nos duró mas de 40 años), salga a afearle a Juan Carlos, su trato con terroristas que estaban en las mismas listas que los de ETA, no hace mucho tiempo.
De lo contrario estará marcándoles el camino a los etarras, que deberían vender las armas en el mercado negro y comprarse pozos de petróleo en el Mar del Norte, para luego venderle el petróleo y el gas, al gobierno de España, si un día por desgracia nos gobernara el gallego, pasarían de terroristas a amigos y se ahorrrarían de ir a la cárcel por ir matando inocentes por ahí, hasta los dejarían poner una jaima con la ikurriña y su serpiente en el mismísimo jardín del palacio de la Zarzuela.
Desde luego si este cambio de actitudes, según nos interese es parte de la democracia, no hace falta que luchemos por implantarla, ya mas o menos es lo que hacen los dictadores en sus paises arrimar el ascua a su sardina, eso sí siempre por el INTERES general, el suyo.