sábado, febrero 09, 2008

CON EL MISMO RASERO







Unos amigos me hicieron llegar la noticia, de que el alcalde de Dosrius un socialista como yo estaba haciendo la vida imposible a una familia del pueblo con una expropiación, según las noticias ilegal.
En parte por mis amigos y en parte por mi partido, solicité una entrevista con él, para interesarme por el asunto.
No me movió otro interés que salvaguardar el buen nombre de la gente de mi partido e interesarme en caso de que se estuviera cometiendo alguna injusticia, con el ánimo de subsanarla en lo que buenamente pudiera.
Muy atentamente, a los pocos días de solicitar la entrevista, me recibió en su despacho y me dió toda clase de explicaciones, de la legalidad de la expropiación y del beneficio que ello comportaba para el resto de la población.
Un gesto que yo agradecí, por su amabilidad y por poner a mi disposición cualquier documentación o comprobante que pudiera aclarame la legalidad y la transparencia de la ejecución, sin estar obligado ha hacerlo.
Así se lo comuniqué a los que me pusieron en antecedente, dejándoles también claro que de todas formas, si seguían creyendo que había alguna ilegalidad, lo normal era denunciar la actuación judicialmente, ya que tampoco sería la primera ocasión que un ayuntamiento se equivocara.
Posteriormente el alcalde de Dosrius publica en su bloc, dos escritos sobre el tema, (de los que he sacado las fotos, que publico más arriba), donde con toda clase de detalles explica, el proceso de expropiación y lo que significa para un alcalde tener que actuar a veces en contra del interés de algún ciudadano, aunque sea para beneficiar a la mayoría.
Bien, pues tras entrar en su blog, le dejé un comentario que no ha publicado, (no sé porqué tantos políticos usan ese control, creo que cuando uno escribe en un blog ha de estar tambien preparado para las opiniones adversas o críticas).
Como se puede observar en las fotos, de la misma manera, que este vecino expropiado, ocupaba la curva, lo hace en el otro lado de la acera, la parroquia.
Un edificio adosado al mismo muro de la Iglesia, construida muchos siglos antes y que además de ocupar la via pública de la misma manera que hacía el vecino expropiado, constituye un auténtico vómito arquitectónico.
Algo que tampoco deberían haber autorizado, ni los arquitectos municipales, ni siquiera los responsables del patrimonio artístico religioso del obispado responsable.
Ya sé, que con la iglesia hemos topado, pero las varas de medir, deben ser las mismas para todos los ciudadanos, de lo contrario corremos el riesgo de tener que oir, sin que nos guste, que solo usamos la fuerza de la ley, contra los más débiles y ese estribillo tan pernicioso para la política de "todos los políticos son iguales".
Y en mi blog, Sr. Alcalde de Dosrius, puede usted dar toda clase de opiniones, sin en algo me he desviado de la verdad, en el mío no existe censura previa.



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