domingo, enero 13, 2008

¿DONDE ESTAN LOS CATOLICOS VERDADEROS, EXISTEN TODAVIA?

Mossèn Barat, rector de la basílica de Santa María, está a punto de cumplir 75 años y continúa, por lo que él dice en la crónica del Tot Mataró, al pié del cañón, por lo que se deduce (casi solo) al frente de una enorme nave, que según sus propias palabras, solo sirve hoy en día para grandes funerales y para celebrar la misa de las Santas.
A poco de tener que celebrarse el milenario, analiza el buen hombre, todos los problemas que le está acarreando la necesidad de buscar los 800 millones de pesetas que se necesitan para llevar a cabo las obras necesarias, y como todos los estamentos, le van dando largas al asunto.
Cuesta trabajo entender que con tanto católico, como se argumenta una y otra vez que tenemos en este pais, entre ellos algunos de los que sus familias acumulan mas del 50 % de las fortunas de la nación, na salga ninguno con ganas de aportar una parte de sus ganancias a que el patrimonio religioso se conserve.(Diezmos se le llamaba)
Por lo que se ve, tampoco dentro de la iglesia existe mucha solidaridad que digamos, por mantener en pié estos patrimonios culturales religiosos y prefieren invertirlos en nuevas construcciones como el monstruo edificado en Torreciudad, con tal clase de lujos que avergonzarían a muchos, sacerdotes y obispos de los que están luchando en Latinoámerica y de los del propio pais, aunque ninguno se atreva a criticarlo, con el Opus hemos topado.
Dice también que la asistencia de fieles a Santa María es bastante pobre y que siente sana envidia por como funciona la parroquia de San José.
Bueno, pues ese es lo que debieran analizar sus cardenales, en lugar de dedicar su tiempo a montar pachangas de apoyo político, ¿porqué cada vez menos fieles en las iglesias, menos jesuitas, menos sacerdotes, menos vocaciones?
Tal vez debieran contemplar la posibilidad de convertirse en un partído político, bueno convertirse nos es la palabra, ya son un partido político, que además tienen un estado (Roma), con sus correspondientes ministros en todas las ramas de la política, que llevan a cabo su trabajo, en todos los paises del mundo, apoyando a quien sea necesario, sea dictador(estos van bajo palio), sea asesino, sea lo que sea, siempre que lo que hagan, esté en la linea de los intereses de la iglesia, naturalmente pagando luego con beatificaciones masivas, aunque ahora ya montan manifestaciones y mítines de apoyo
tal vez sea que ya actúan como tales y no nos hemos dado cuenta.
¿Que pensarán los jesuitas y sacerdotes que están luchando en Latinoámerica contra las injusticias de los terratenientes? Esos miles, que han sido asesinados como Monseñor Romero, por defender, por amar a los pobres?...¿O será porque monseñor Romero dijo que se trataba simplemente de elegir entre la vida y la muerte y el decidió defender la vida?
¿Les está permitido a estos opinar? ... ¿ Se tienen en cuenta sus opiniones?..
¿Porqué esos miles de mártires no suben a los altares y sí suben los de la guerra
civil española?
Tal vez eso, sea lo de menos para la iglesia, ellos miran para otro lado y se dedican a " su política ", las leyes humanas de los gobiernos que nos les gustan y que pueden alterar su status, aunque por desgracia en este pais nada lo altera, un montón de años de democracia, no han impedido que sigan cobrando de los impuestos de todos sean o no sean católicos y que encima tengamos que arreglarles las iglesias. ¿Donde están los verdaderos católicos?....

4 comentarios:

Napoleón Bonaparte dijo...

Ya te digo !!!

Pero el patrimonio, aunque sea religioso, se debe conservar. Es arte, historia, cultura, etc.

Espinosa cuestión, por lo tanto. ¿quien lo paga?

Un saludo

ILDEFONSO MARMOL dijo...

Si de verdad queremos ser un estado aconfesional.Cada religión debiera hacerse cargo de su patrimonio. Lo que no puede ser que amparándose en la conservación cultural, dispongan de privilegios.
Existen muchos museos de arte sacro y hasta catedrales, donde te cobran por entrar y por encender las lucez, que paguen de ahí o de las propiedades de la iglesia, que como bien sabes son muchas. Un saludo.Cerdanyola Califato Independiente.

Joana dijo...

Ildefonso,
acertado, muy acertado, una vez más...
Un petó

. . dijo...

Es cierto que el estado debe potenciar la conservación de los bienes culturales, pero si se antepone el derecho a la propiedad privada a cualquier otro, hay que apechugar con las consecuencias.

Que el bien está en peligro, pues sólo quedan dos opciones: el estado lo expropia y lo repara, igual que me expropiaría un tesoro hallado en mi sótano o bien se le repara, pero a cambio de que todos los ciudadanos tengan acceso a ese bien.

Lo que no puede ser es que se pague con el dinero de todos un bien privado que disfruta sólo el propietario, que pasará a sus descendientes y que en algunas ocasiones termina bajo una urbanización de lujo para beneficio de su dueño.

No se puede estar a la teta y a la sopa.