miércoles, septiembre 20, 2017

EL FRANQUISMO CAMALEONICO


                               FRANCO NO MURIÓ

                              ESTABA ESCONDIDO 

          Recuerdo como si fuera ayer mismo cuando votamos la primera constitución, allá por el 78. Muchos teníamos ya inquietudes políticas y habíamos hecho algunos pinitos en las asociaciones de vecinos, pero sabíamos poco de política. Habíamos nacido después de la guerra y en las casas había miedo, mejor dicho terror, para poder hablar de política. 


Yo conocía por haber trabajado con él una buena persona que le llamábamos " Juan de Arenys". Era una buenísima persona, un buen tejedor y un buen catalanista  Fue la persona que me enseñó las primeras palabras en catalán y con la que tuve las primeras conversaciones de política. 


La semana en que se votaba el referéndum, a la constitución tuve que ir a su pueblo por unos asuntos futbolísticos y como hacía siempre que me desplazaba a Arenys fuí a tomarme un cafelito con él. Entre otras cosas hablamos como era costumbre de política, ya que para mi él era un referente importante. 


Cuando hablamos del referéndum, yo era de los que lograron convencer políticos catalanistas de la época, que la nueva constitución era lo más que se podía conseguir con los franquistas y el ejército que fueron los que la tutelaron. Él me convenció de lo contrario, me dijo que no había que votarla a favor porque era una ley franquista maquillada con algunas concesiones para engañar al personal. 


Que todo lo que no fuera un referéndum, donde pusiera a votación el modelo de estado, la bandera, el himno, la libertad y el derecho de autodeterminación de los pueblos era un fraude.


Yo intenté defender el argumento de los que no nos gustaba la constitución pero que íbamos a votar a favor, porque era un principio mejorable y porque evitaba un enfrentamiento entre los españoles. Él me contestó, que la libertad y los derechos civiles tienen un precio; el sacrificio que había que pagar si hacía falta, y que si ahora no queríamos hacerlo, más tarde lo pagaríamos caro y el sacrificio sería mucho más grande. 

Recuerdo su últimas palabras, "El franquismo, en este momento está moribundo, si acabamos con él sacándolo de las instituciones morirá, pero si se vota que sí, se quedará y más tarde o más temprano resurgirá porque es como una hidra. 

Lástima que los políticos de la época no hubieran tenido las ideas tan claras  como mi amigo Juan en aquellos momentos, o tal vez no fueron los suficientemente valientes o lo que es peor pusieron por delante sus intereses y nos engañaron a todos. Esto último es lo que yo he terminado creyendo y lo he escrito en diferentes ocasiones, perdimos la ocasión, la hidra creció y ahora será mucho más difícil acabar con ella.

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