jueves, diciembre 08, 2011

EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS...OTOÑO




ESPARCE OCTUBRE, AL BLANDO MOVIMIENTO
DEL SUR, LAS HOJAS ÁUREAS Y LAS ROJAS
Y, EN LA CAÍDA CLARA DE SUS HOJAS
SE LLEVA AL INFINITO EL PENSAMIENTO.

QUE NOBLE PAZ EN ESTE ALEJAMIETO
DE TODO; OH PRADO BELLO QUE DESHOJAS
TUS FLORES;OH AGUA FRÍA YA, QUE MOJAS
CON TU CRISTAL ESTREMECIDO EL VIENTO.

¡ENCANTAMIENTO DE ORO.¡CÁRCEL PURA,
EN QUE EL CUERPO, HECHO ALMA, SE ESTREMECE,
ECHADO EN EL VERDOR DE UNA COLINA!

EN UNA DECADENCIA DE HERMOSURA,
LA VIDA SE DESNUDA, Y RESPLANDECE,
LA EXCELSITUD DE SU VERDAD DIVINA.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Todas las estaciones tienen su encanto, y las cuatro pueden sacar tus mejores sentimientos, si las sientes, y sobre todo si las vives plenamente.Pero desde niño, el otoño, para mí, siempre tuvo una atracción muy especial.El color ocre y oro, imperante en el paisaje, la misteriosa caída de las hojas, los árboles que había contemplado llenos de vigor, de pronto abandonando lentamente su follaje. hasta mostrarse totalmente desnudos.
Las primeras lluvias, los primeros fríos acariciándote el rostro, los primeros charcos llenos de hojas, que pasabas pisando con verdadero deleite, a pesar del riesgo de recibir la regañina
correspondiente, al llegar a casa con el calzado mojado.
Recuerdos lejanos en mi añorada niñez en Antequera, que hacen que mi alma se embriague, hoy, como entonces, de ese sentimiento, que llamamos melancolía.
Esa bendita melancolía, que me trae lo mejor, de mis recuerdos, de las diferentes etapas, ya recorridas de mi vida. Pero al mismo tiempo me aportan el sentimiento de pena, de lo que representó para mí la emigración. La pérdida de mi familia, que ya no volvería a recuperar plenamente, el cariño de mis abuelos, mis tíos, mis primos, los amigos que tuve que dejar, aunque afortunadamente aún conservo alguno de ellos.
Hoy cuando daba mi paseo diario, he pasado por el parque, y como de niño, he vuelto a pisar los montones de hojas, que los últimos vientos han arrancado ya para siempre de sus árboles, han crujido como entonces. Y he vuelto a sentir la melancolía...hoy, bien diferente a la de entonces, hoy, "ella", tiene más de pasado que de futuro...pero sigo enamorado de sus colores.

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