Aprovechando el buen tiempo que estamos disfrutando, y mi situación actual de jubilado de "casi todo", marchamos para Zaragoza a cumplir otro de nuestros proyectos, conocer las fiestas importantes de las que conforman el calendario festero de la península ibérica, y sin duda la Pilarica es una de las más sonadas.
Hay que ver lo que cambia una ciudad en fiestas... ¡que bullicio!...¡qué ganas que tiene la gente de pasárselo bien, a pesar del continuo machaqueo de la crisis...de los que la fingen... y de los que realmente lo están pasando malamente, que son mucho más de lo que debieran ser normalmente, a pesar de que queden diluidos en el gentío.
Ni la crisis cada vez más galopante, ni una ciudad patas arriba a causa de las obras del proyecto del "tranvía", que se está instalando, han impedido que la gente se tire a la calle como nunca, según todos los índices se han batido records.
La ofrenda a la Pilaríca tanto de flores como de alimentos y el ya famoso Rosario de Cristal, son el epicentro de unas fiestas en las que se celebran casi 900 actos de todo tipo, pero donde lo religioso y la jota, priman sobre los demás.
Una fiesta para recomendar, sobre todo a los amantes del folclore, en este aspecto sin lugar a dudas una de las más espectaculares de cuantas se celebran en todo el mundo, tanto en trajes, como en bailes y cantos regionales.
Disfrutar en plena plaza del pilar, de bote en bote de un espectáculo con los ganadores del concurso de jotas y ver en directo a grupos como, QUICO, EL CELIO, EL NOI Y EL MUT FERRERIES, EL GRUPO FOLKLORICO DE ARAGON, o el grupo gallego XACARANDAINA, ha sido para nosotros una auténtica "pasada", sin olvidar la noche anterior en la plaza San Bruno, al grupo aragonés SOMERONDON, que han recuperado una gran cantidad de jotas, sin cuya labor ya habrían desparecido, sencillamente una vez más, pero en esta ocasión más intensamente, Zaragoza nos ha cautivado.
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