sábado, octubre 03, 2009

EL CASO MILLET

Un nuevo y sonado caso de corrupción, que demuestra una vez más como a veces gente que aparentan tanta honorabilidad, hablan poco y bajito, se codean con gente buena y en muchos casos hasta de misa diaria y golpes de pecho, se les pega el dinero de los demás en sus manos con tanta facilidad.
Además como se puede comprobar en todos los casos, siempren comparten con los más afines sus ganancias, aunque eso sí desproporcionadamente, es la manera para que los que puedne ver, se tapen los ojos y callen en caso de ser descubiertos.
Aquí en Mataró tuvimos un caso reciente, que dejó a mucha gente sorprendida porque era impensable que una persona como la que aparentaba ser el director de una escuela de educación especial, se estuviera beneficiando él y su familia amparándose en la falta de control, de quienes podían y debían haberlos llevado a cabo.
También he podido comprobarlo recientemente en mi propio barrio, sin ir mas lejos, los responsables de una campaña de recaptación para un fín, donde la gente de buena fé, algunos con pocos recursos, aportan su dinerito, para un buen fín, que luego se pierde en nadie sabe qué, y del que no se dá ni se pide explicación porque nadie se siente responsable.
En mi mismo barrio y casi sin salir del entorno, unos señores, falsifican libros de actas, copian libros de caja (para pasarlos a limpio" y quedan sin justificar unos miles de euros, eso sí en este caso pocos(porque había pocos, ¿que hubieran hecho con los recursos de Millet), sin que igualmente nadie intervenga ni pida explicaciones.
Siempre el mismo argumento, les cuesta y les interesa creer, que personas tan aparentemente respetables, se hayan mojado, y más si modestamente alguien se ha beneficiado de alquilar un local, comprar cosas a sus parientes, pagarlas por cuentas de la entidad, arreglillos de tres al cuarto, luego ya se sabe, amigos, hermanas en puestos relevantes, largos procesos judiciales, que si llegan, duran años y años, para que finalmente, si resultan culpables, haya prescrito la pena, y pelillos a la mar.
Lo peor es que en todas estas fechorías hay muchos culpables, ya que se aceptan procedimientos opacos, que obligan a acudir a empresas que expidan facturas falsas para poder tener acceso a una subención de cualquier estamento oficial, con el mal ejemplo que ello supone y que da luego coaartadas a los sinvergüenzas, que cuando son descubiertos, justifican el pago de la factura a un cuñado.
Es verdad que algunos estamentos, se fiscalizan los gastos anuales, pero sin exigir otra cosa que cotejar las facturas presentadas, aunque dicha entidad no haya llevado a cabo ni un solo acto, ni haya reunido la junta una sola vez y lo que es peor, sin hacer una sola asamblea de socios en 40 años.
Ya sé que es un tema espinoso pero se podría poner un mínimo de control, como exigir junto con la cuenta de gastos, fotocopias numerada y tambien cotejadas, de todas las actas de las reuniones de junta llevadas a cabo durante el ejercicio, y a los que no cumplan, ni un solo euro de dinero público.
Nunca sería suficiente, ya que pillos como este tipo de vividores, se reproducen con la misma facilidad que las llamadas malas hierbas, pero al menos obligaría a tener los libros al día y evitaría las páginas en blanco, que luego se rellenan según intereses, para salvaguardar a cuatro "sinvergüenzas"

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