LA JUSTICIA NO SIEMPRE HA SIDO CIEGA

 En el blog de Abogados y Economistas de Moya-Angeler, he leído un artículo donde escriben, "La justicia no siempre ha sido ciega..., ¿debemos de entender por tanto que ahora si que lo es?

Por lo que yo me pregunto, ¿en que época fué vidente y cuando se quedó ciega?, porque repasando las diferentes  historias  de esa nación a la que nos hacen llamar España, no encuentro en qué época fué vidente. Desde su embrión, allá en la época de León , cuando Castilla surgió como una autonomía que  nunca cumplió la ley establecida de la época. Más tarde cuando firmaron acuerdos para integrarse en el reino leonés. se pasaron los acuerdos por el forro y terminaron finalmente  usurpando los derechos legítimos de los leoneses.

Unos siglos después la Reina Católica siguiendo la mejor tradición castellana, dió un nuevo ejemplo de acatamiento de la "LEY", usurpando do los derechos dinásticos tanto de de Enrique IV, como de Juana la Beltraneja, llevándolos a todo a una guerra incruenta.

No contenta con pasarse por el moño, (perdón quería haber escrito otra cosa)...las leyes civiles, hizo lo mismo con la ley de Dios, y se casó a escondidas y corriendo en contra de la "LEY", con un primo carnal, cosa prohibida en la iglesia católica. Hecho del que nunca sabremos su coste, ya que fueron miles las mulas cargadas de oro que salieron en dirección a Roma, para pagar la autorización papal.

Convirtiendo en ley una ilegalidad, mientras los ciudadanos de la época pasaban toda clase de miserias precisamente por verse obligados a cumplirla y pagaban con su vida el incumplimiento

De manera que no me hablen ahora del cumplimiento de la ley cuando se trata de hacer un referéndum, precisamente los que se sienten herederos de un estado que entró en decadencia económica desde su mismo nacimiento hasta nuestros días, después de por muchas circunstancias dominara la mayor parte del mundo, y que hoy se encuentra en continuada decadencia existencial.

Yo sigo creyendo firmemente, que la justicia fué ciega siempre, mejor dicho a los pocos momentos de su nacimiento, alguien debió darse cuenta de lo que les acarrearía y le pusieron en sus manos la espada y la balanza, para que le fuera imposible luego quitarse la venda que le pusieron a continuación de una forma que no se pudiera sacar nunca más.