Se colmó el vaso. Demasiados engaños. Demasiadas promesas incumplidas. Demasiados sueños frustrados. Ya no podemos, ni queremos volver atrás. Hemos recuperado la palabra, nos hemos expresado, queremos ser dueños de nuestro futuro y de nuestra propia identidad y no depender nunca más de los errores de otros. Tampoco los hechos nos permiten más demora, ya han demostrado, que dialogando pasarán 300 años más y seguirán engañándonos.
Porque ya hemos comprobado el engaño. Nos dicen que podemos hablar de todo, nos permiten partidos políticos independentistas, pero cuando a base de trabajo se llega al final del ciclo legal, ahora resulta que no podemos, porque España es indivisible
Sabemos que tenemos un derecho irrenunciable y queremos ejercerlo. El poder emana del pueblo dicen todas las constituciones de los países democráticos. El referéndum es el primer embrión de la democracia. Hasta aquí hemos llegado.
El President Maragall, propone una España Federal, se ríen de él. El PSOE le da de lado. Toma otra dirección y propone en el Parlament de Catalunya un nuevo estatuto y los partidos comienzan ilusionados su trabajo.
Zapatero presidente de gobierno de España promete: El estatuto será lo que los catalanes quieran. El PSOE, lo apoya. Meses y meses de trabajo, y finalmente después de limar muchas asperezas y superar muchas diferencias, el Parlament de Catalunya aprueba con una mayoría contundente el nuevo estatuto, (CIU, PSC, ER) al poco tiempo el congreso de España lo aprueba. Lo sanciona el rey y entra en vigor el 9/2006. Todos contentos y dispuestos a comenzar una nueva etapa.
El PP de fiesta en fiesta, comienza su recogida de firmas por toda España.
El PSOE, le presta un carpintero, que se pone a trabajar con todas las artimaña necesarias y al poco tiempo comunica a bombo y platillo a la prensa que "Hemos cepillado el estatuto"De nada sirvieron las protestas. Maragall se marcha desautorizado y desanimado por la traición.
Llegó Montilla, les habló de desafección, ni caso, lo dejaron solo.
Llegó Mas, presentó una serie de propuestas, se le rieron en los morros y lo hicieron volver sin una triste mejora. El PSC se meaba de risa.
Llega Puigdemont, viaja a Madrid y le lleva propuestas, nuevamente ni caso. Vuelta a casa con la mochila vacía. Los catalanes nos rebelamos, vemos claro que nunca conseguiremos salir de esta espiral, y decidimos trabajar por la independencia.
Y Ahora mientras éste demócrata se ríe y llama a la gente a no votar.
Su Jefe nos habla de la tierra prometida.
Ya es tarde, no nos queda más fé, la hemos perdido toda, ya solo nos fiamos de nuestra propia fuerza, mientras ellos nos aconsejan que tenemos que seguir rezando a la Moreneta y mendigando nuestros impuestos al gobierno de España.
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